domingo, 14 de noviembre de 2010

Cafetín ...

Estuvimos en Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, en el Congreso Argentino de Derecho Societario e Iberoamericano de la Empresa, ya que no solo de cocina vive este hombre … Los libros en la vida de este interprete de recetas amateur, siguen estando, como ves en la portada de este blog…

Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina

Entre comisiones de trabajo se nos consumía el día, pero obviamente nos hacíamos tiempo para "el café"

Es que así como el medico opera en el quirófano, para el abogado el bar de la esquina es la segunda oficina ( por no decir la primera ya que corremos peligro que el dueño del bar se pretenda cobrar algún alquiler o comisión)

Café Boston
Bulevar Marítimo 3887, esquina Urquiza, Bahía Varesse. Mar del Plata, Buenos Aires Argentina

…” El café en la mitología hay que diferenciarlo del bodegón. El cafetín podría decirse que es algo mas íntimo, más discreto. Es la mesa con el pocillo, es la charla en voz baja, es “el cigarrillo y la fe en mis sueños” que habla Discépolo, es la evocación “enredada en los hilos del humo”, como dice Cátulo Castillo, es el lugar donde se celebra el fracaso y se llora la pena de amor. “Y tranqueando despacito me fui al bar que está en la esquina, para ahogar con cuatro tragos lo que pudo ser mi amor” dice Pancho Gorrindo en “Mala suerte”, uno de los grandes tangos interpretados por Julio Sosa” ...( Manuel Adet en www.ellitoral.com)

No solo el hecho de tomarse un “cortado en jarrita“ como le llamamos por aquí al café al 85 % y 15 % de leche en un pocillo tipo jarrito. El café en el bar distiende. Es un lugar de encuentro entre amigos o solos, un ritual, una costumbre cultural. Inspira a pensar, a leer a charlar….

…”También puede ser algo así como el tribunal, el lugar sagrado donde el hombre es juzgado o evaluado por su pares o sus maestros. En “La copa del olvido” el personaje llega hasta el lugar donde están los hombres sabios, ese lugar es el café. En “No me pregunten por qué”, se dice “Muchachos, si cualquiera de estas noches me ven llegar al café, tambaleando...”. Con su humor tan particular, Discépolo demuestra que el juicio de los muchachos del café es importante para el personaje. En “Justo el 31” dice: “Le aguanté la vela casi cinco meses, entre la cargada de todo el café/ me tiraban nueces mientras me gritaban: ahí va Sarrasani con el chipancé”…. ( idem cita )

Quizas el tango mas representativo del tema es el inolvidable
Cafetín de Buenos Aires de Enrique Discépolo

De chiquilín te miraba de afuera
como esas cosas que nunca se alcanzan
la ñata contra el vidrio
en un azul de frío
que sólo fue después viviendo
igual al mío
como una escuela de todas las cosas
ya de muchacho me diste,entre asombros,
el cigarrillo
la fe en mis sueños
y una esperanza de amor.
Cómo olvidarte en ésta queja
cafetín de Buenos Aires
si sos lo único en la vida
que se pareció a mi vieja.
En tu mezcla milagrosa
de sabiondos y suicidas
yo aprendí filosofía
dados, timba y la poesía
cruel, de no pensar mas en mí.
Me diste en oro un puñado de amigos
que son los mismos que alientan mis horas:
José, el de la quimera
Marcial que aún cree y espera
y el flaco Abel que se nos fue
pero aún me guía.
Sobre tus mesas que nunca preguntan
lloré una tarde el primer desengaño
nací a las penas, bebí mis años...
¡y me entregué sin luchar!
Música: Mariano Mores
Letra: Enrique Santos Discépolo

No puedo dejar pasar por alto realizar una gran mención para nuestro nuestro amigo y cafetero oficial “ Javier “ del Bar “La Ley”, ubicado justo frente al Palacio de Tribunales de Rosario y a media cuadra de mi oficina. Se convirtió con el paso del tiempo en el punto estratégico de ubicación a media mañana con mis colegas y socios.
Suerte y hasta el proximo café…

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