Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina
Entre comisiones de trabajo se nos consumía el día, pero obviamente nos hacíamos tiempo para "el café"
Es que así como el medico opera en el quirófano, para el abogado el bar de la esquina es la segunda oficina ( por no decir la primera ya que corremos peligro que el dueño del bar se pretenda cobrar algún alquiler o comisión)
Café Boston
Bulevar Marítimo 3887, esquina Urquiza, Bahía Varesse. Mar del Plata, Buenos Aires Argentina
…” El café en la mitología hay que diferenciarlo del bodegón. El cafetín podría decirse que es algo mas íntimo, más discreto. Es la mesa con el pocillo, es la charla en voz baja, es “el cigarrillo y la fe en mis sueños” que habla Discépolo, es la evocación “enredada en los hilos del humo”, como dice Cátulo Castillo, es el lugar donde se celebra el fracaso y se llora la pena de amor. “Y tranqueando despacito me fui al bar que está en la esquina, para ahogar con cuatro tragos lo que pudo ser mi amor” dice Pancho Gorrindo en “Mala suerte”, uno de los grandes tangos interpretados por Julio Sosa” ...( Manuel Adet en www.ellitoral.com)
No solo el hecho de tomarse un “cortado en jarrita“ como le llamamos por aquí al café al 85 % y 15 % de leche en un pocillo tipo jarrito. El café en el bar distiende. Es un lugar de encuentro entre amigos o solos, un ritual, una costumbre cultural. Inspira a pensar, a leer a charlar….
…”También puede ser algo así como el tribunal, el lugar sagrado donde el hombre es juzgado o evaluado por su pares o sus maestros. En “La copa del olvido” el personaje llega hasta el lugar donde están los hombres sabios, ese lugar es el café. En “No me pregunten por qué”, se dice “Muchachos, si cualquiera de estas noches me ven llegar al café, tambaleando...”. Con su humor tan particular, Discépolo demuestra que el juicio de los muchachos del café es importante para el personaje. En “Justo el 31” dice: “Le aguanté la vela casi cinco meses, entre la cargada de todo el café/ me tiraban nueces mientras me gritaban: ahí va Sarrasani con el chipancé”…. ( idem cita )
Quizas el tango mas representativo del tema es el inolvidable
Cafetín de Buenos Aires de Enrique Discépolo
como esas cosas que nunca se alcanzan
la ñata contra el vidrio
en un azul de frío
que sólo fue después viviendo
igual al mío
como una escuela de todas las cosas
ya de muchacho me diste,entre asombros,
el cigarrillo
la fe en mis sueños
y una esperanza de amor.
Cómo olvidarte en ésta queja
cafetín de Buenos Aires
si sos lo único en la vida
que se pareció a mi vieja.
En tu mezcla milagrosa
de sabiondos y suicidas
yo aprendí filosofía
dados, timba y la poesía
cruel, de no pensar mas en mí.
Me diste en oro un puñado de amigos
que son los mismos que alientan mis horas:
José, el de la quimera
Marcial que aún cree y espera
y el flaco Abel que se nos fue
pero aún me guía.
Sobre tus mesas que nunca preguntan
lloré una tarde el primer desengaño
nací a las penas, bebí mis años...
¡y me entregué sin luchar!
Letra: Enrique Santos Discépolo
No puedo dejar pasar por alto realizar una gran mención para nuestro nuestro amigo y cafetero oficial “ Javier “ del Bar “La Ley”, ubicado justo frente al Palacio de Tribunales de Rosario y a media cuadra de mi oficina. Se convirtió con el paso del tiempo en el punto estratégico de ubicación a media mañana con mis colegas y socios.
Hola Ezequiel... Me gusta el café, pero en casa apenas tomo el del desayuno. Me gusta disfrutar de la rutina de sentarme en mi cafetería favorita a tomar mi rico café, sólo, largo, cargado, en vasito de cristal y con doble de azúcar... Me gusta ir sóla y pensar, leer u observar el trajín que llevan los que pasan por allí; pero también lo disfruto acompañada, compartiendo el café, los cotilleos, las ricas recetillas, etc....
ResponderEliminar¡¡¡Felicidades por este precioso post!!!
Preciosa Argentina, no la conozco... aún...
Uhmmmmm Ezequiel, ya me parecía a mi que olía de maravilla!!. Yo cafetera no soy, tomo el del desayuno y quizás uno en la tarde. Los dos con leche. Pero este último como que prefiero tomarlo fuera de casa, no sé porque, pero así es.
ResponderEliminarLas fotos son preciosas, me encanta ese mar lleno de espuma.
besines y cuidate :)
La verdad que no soy muy cafetera, pero estuve un tiempo fuera de mi Argentina, y ahì fue cuando el cafè me acompaño en mis momentos de tristeza junto a personas nuevas que me enseñaron a disfrutar de èl....."El castillo" era un clasico de las tardes...( Un bar muy chiquito en Pallejà, un pueblito cerca a Barcelona.)Eze muy lindas las fotos hasta pronto... Micaela..
ResponderEliminarHola Mandragora! Muchas gracias por tu comentario, comparto contigo y digo que solo aquel que realmente disfruta del cafe en el bar se sentira identificado con este post, el que no, lo invitamos a que se deje llevar y comience la experiencia. Desde ya estas invitada a mi pais a cafetear por los barrios de la ciudad, será un gusto entonces... es muy bella la argentina y tiene mucho de ustedes... beso !!
ResponderEliminarMerchi! Obviamente que parte del ritual es tomar el cafe en el bar... es como que tiene otro sentido... la costa de mar del plata es hermosa, en la parte centrica estan los espigones de roca donde choca el mar con fuerza y se produce esa brisa y espuma, es un lujo verlo... Gracias y un besote
Mica: es verdad muchas veces tenes que estar solo (o no tan solo, es que siempre estas con v con vos misma! ) para que la situacion te obligue a experimentar cosas nuevas... Un beso y gracias !!!